Muy bien, les voy a contar una historia.
Hace unos días, fui a comer con mi familia a unas tostadas (buenísimas, déjenme decirles).
Estábamos ya en la sobremesa y un joven, de unos 30 años, entra al restaurante, llevaba su guitarra, normalmente presto mas atención a la conversación en la mesa que a gente como el, pero esa vez, fue al contrario.
El joven hacia bien lo que hacia y se le notaba que le gustaba, así que solo por eso, empecé a buscar cambio, me levante, fui hasta él, detuvo su canción, y me tendió su mano buena. Su mano buena. En un momento de incertidumbre bien disimulado de mi parte me di cuenta de que en ves de en vez de dedos tocando las cuerdas, tenia un garfio-sujetador-de-uñas-de-guitarra-¿improvisado?
"Gracias" dijo. "De nada" respondí. Y regrese a mi lugar.
No mi impacto tanto el hecho de que estuviera manco, si no que se podía sentir el amor hacia la música mientras tocaba; y que a pesar de encontratse no solo con una piedra, si no, con una montaña en su camino, simplemente tomó su guitarra y la rodeó.
Termino su ronda de canciones y se acerco a las mesas, vi que varia gente le daba igual que yo. "Espero que sientan lo mismo que yo" pensé.
Al irnos del restaurante, mi mamá me pregunto si le había dado por su mano, yo le dije que si, sin decirle a nadie, mas que a ustedes, lo que en realidad había pensado.
Que bonita experiencia! Quien de verdad siente una pasión no importan las dificultades que se interpongan.
ResponderBorrarHay gente increible en este mundo, que linda experiencia, un beso
ResponderBorrarUna bonita experiencia, no?
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